"Te estoy esperando desde las ocho", dijo el conejo fumándose un cigarro y con la otra mano en la bolsa del pantalón. "Llegué veinte minutos antes, me dio hambre y fui a comer" le contestó la mariquita sorprendida ante el reclamo confianzudo de un casi perfecto desconocido. Se montaron en un mayate anaranjado a volar por las calles, en la radio se escuchaban canciones en un idioma indescifrable, jamás intuído; sintió la mariquita algo que hacía mucho no sentía: miedo a perderse. Así que le preguntó al conejo para ubicarse si "eso" se hablaba en todo Rusia "no lo mismo pero todos nos entendemos, conozco un poco de español, "me gustaría aprender bien" señaló el conejo. "aquí te será fácil, hay muchos mexicanos" aseguró la mariquita por ser amable. "Dicen que aprendería más rápido con una novia mexicana" soltó el conejo viendo a la mariquita de arriba a abajo pero como sin importancia. Cogiendo el hilo que casi se iba todo completito, la mariquita musitó apenas: "cuando cualquiera te enseña a hablar otro idioma primero aprendes las malas palabras", "ya pasé esa etapa" dijo el conejo ruso. En eso llegaron a una oficina de trámites, después del papeleo el conejo arremetió con soltura: "¿fumas?", "¿bebes"?..."si" contestó la mariquita, sólo por ser amable. "¿Cuál es tu bebida favorita?" , "El Vodka" contestó la mariquita (esto era totalmente cierto)el conejo dio dos saltitos de gusto y agarró aire: "En Rusia bebemos mucho vodka todo el tiempo, cuando bebemos primera vez con un hombre, cruzamos los brazos alternando el trago, cuando bebemos por primera vez con una mujer, la besamos"... a la mariquita se le pusieron las bolitas blancas, hizo un silencio prudente y luego dijo: "Los mexicanos no nos comenzamos a besar hasta después del séptimo tequila o un 24 de cheve", el conejo apenas hizo una mueca y enseñó los dientes como escena de película de Arnold Schuarzewhatever . Tratando de recuperar terreno, siguió: "¿Qué Vodka tomas?", "no sé dijo la mariquita dando algo de espacio al conejo, "¿ABSOLUT?" el conejo se dispuso a contar una anécdota: "En RUsia, vodka (MIREMEMO?ininteligible)tiene un chile adentro, le gusta mucho a los amigos mexicanos", la mariquita agarró ventaja y se le olvidó la amabilidad: "¿no te han dicho tus amigos que tenemos una bebida que se llama mezcal y que la botella tiene un GUSANO adentro?", el conejo puso cara de disgusto, no por el gusano sino porque la mariquita no se callaba la boca. Volvieron a la oficina y el conejo le pidió a la mariquita una suma desorbitante de dinero.
MORALEJA: En todo el mundo hay eslabones perdidos.
Fábula del conejo ruso y la mariquita mexicana
martes, diciembre 21 en 15:58
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1 comentarios:
7 de febrero de 2011, 23:40
Sí, y uno cree que son productos locales.
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