Las Mafaldas todas han tenido días retadores (un eufemismo pa decir días que han estado de la chingada).
Una Mafalda está en camita de hospital, el riñón se le puso en franca rebeldía, fuentes cercanas nos han hecho saber que se encuentra estable, esta Mafalda trabaja como 28 horas al día sin queja alguna, así que que suponemos que el descansito le caerá bien (lástima que el descansito implique suero, medicamentos y mucho dolor).
Otra Mafalda partió a Nogales, sabemos que a trabajar y que ella los viajes no son cosa de otro mundo pero todos sabemos cómo es Nogales, cómo maneja la gente ahí y el diseño surrealista de sus calles.
La Mafalda pelo rosa dio ayer una conferencia y días, semanas y horas antes era un manojo de nervios. Nervios innecesarios porque todo salió bastante bien, fue tan divertida como es siempre, dinámica, encantadora, INCLUSO, cuando se le salió una palabrota que la obligó a taparse la boca cual niña frente a mamá.
Hay que hablar también de la Mafalda que viaja una semana sí y una semana no porque en esta ocasión le tocó no sólo ser la conductora (de un flamante auto, debo decir) sino prácticamente la confesora de su jefe que por alguna desconocida razón al viajar le da por contarle su vida con mi-nu-cio-so detalle. La Mafalda en cuestión preferiría traer su ipod a todo volumen o bien soltar el volante para tomar nota y escribir la biografía del jefe.
Tenemos a la Mafalda que se muerde las uñitas porque a su hijo lo operan el viernes, nada grave, tiene el dichoso problema de las anginas que descarrilan al cuerpo, acaban con el presupuesto por los antibióticos y preocupan a cualquiera.
Me gustaría decir que el resto de las Mafaldas lo pasa excelente pero en realidad lo pasan como lo pasa la mayoría de las mafaldas, felipitos, miguelitos y manolitos de este mundo (nótense la excepción de las susanitas): discuten con jefes, tienen que pensar que van a dar de desayunar, comer y cenar a sus retoños, batallan con las faltas de ortografía o la disciplina de sus alumnos, sacan cuentas para ver cómo demonios le hacen para pagar esto o aquello o evitar que su nombre se vuelva uno más en el buró de crédito, hacen tratos con infonavit o los típicos desacuerdos con sus exes.
Pero aún cuando el mundo a veces parezca ponerse en su contra, las Mafaldas, saldrán avantes. Sí señor.
2 comentarios:
22 de abril de 2009, 19:57
"Unidas venceremos"
25 de abril de 2009, 14:16
Un abrazo a todas.
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