¿Cómo es el hijo de una mafalda?

Felicidades a A., G., J. y B. que nacieron la primera mitad del año para que sus ocupadas progenitoras pudieran planear su vida hasta diciembre y así poder trabajar, estudiar, amar, ayudarles con la tarea y cuidarlos cuando están enfermos hasta el día que sean justicieros, premios nobel, libertadores o inventores de la neomasculinidad. A esos privilegiados hijos que saben no necesitan la aprobación de sus madres aunque serían incapaces de defraudarlas siendo ellas pan, magia, diabla, montaña. Que el genio del nombre de estos sorprendentes seres nunca desfallezca, perfecta creación amorosa. Al de bucles color de sol, al de los ojos grandes e insondables, al de pecas como estrellas, al principito de ojos color manglar, va este deseo por si la fisica cuántica existe y si asi no lo fuera, ni falta que les hace, son estas madres y estos niños de ese tipo.