ESTA MAFALDA 2009

Fue apaleada, por el frío, por el calor, por las largas calles tlaxcaltecas, por la nazi de las quesadillas mañaneras (único alimento decente durante esos días) y, para colmo, por las letras mexicanas.

Pero esta Mafalda debe haberse desecho de la ingenuidad, la dignidad y -en una de esas- hasta del síndrome de Campanita (se parece al de Peter Pan pero en niña) porque a pesar de que huesos, músculos y chacras llegaron atrofiados, hoy se siente muy bien, se siente tranquila, se para en sus dos pies (talla 3 y 1/2) y no se cae.

Esta Mafalda no quiere hablar de lo ocurrido, y con esto no sólo se refiere a la semana pasada sino al mes pasado, al año pasado, a la vida pasada. Esta Mafalda le hace honor al pasado y se despide, se desprende, se desapega de él porque ya estuvo bueno de andar cargando chingaderas viejas, propias, impropias y a veces, hasta ajenas... porque algunos sabrán que esta Mafalda sufre de otro síndrome, el síndrome Madre Teresa de Calculta (aunque no use tapalitos sino levi's y tenis converse).

Esta Mafalda escuchará y ayudará cuando pueda, compartirá pues pero ya no va a dar, no se va a dar. Porque en el dar se le va la vida. Compartir en cambio es más sano.

Y bueno, esta Mafalda escribe todo esto porque no sabe cuándo podrá ver al resto del clan (considerando que tiene que leerse para antes de la próxima semana a Dostoievski y a Platón).

Tan tan.

p.s. ¿No conocen a algún Felipito que sepa de albañiles (desos que no son atropellados) y de ingenieros o arquitectos (que no sean careros)? porque esta mafalda necesita YA un estudio.

p.s.2 Les traje un regalito, pasen por él, llamen, manden señales de humo o invítenme un café y se los doy.

p.s.3 Las quiero.