Entramos al año con gusto pero sin ganas de volver al trabajo (¿o hablo sólo por mí?). Entramos al año con brindis y menudo. Entramos al año con noticias de romances de un par de mafaldas, con el carro nuevo de otra, con el pelo lacio y el pelo corto de otras más y con la ausencia de algunas.
No nos sentimos completas si no estamos todas. Las reuniones son bonitas, por supuesto, pero se siente que algo falta. Se nota. Hay huecos en la mesa, silencios de cuando en cuando que, antes, eran imposibles de encontrar.
Las mafaldas faltantes han tenido compromisos, obligaciones, actividades varias que les restan oportunidad de. Se entiende, por supuesto, pero se siente, aquí.
Esperamos que pronto encontremos solución para que el mafaldeo esté enterito.
No nos sentimos completas si no estamos todas. Las reuniones son bonitas, por supuesto, pero se siente que algo falta. Se nota. Hay huecos en la mesa, silencios de cuando en cuando que, antes, eran imposibles de encontrar.
Las mafaldas faltantes han tenido compromisos, obligaciones, actividades varias que les restan oportunidad de. Se entiende, por supuesto, pero se siente, aquí.
Esperamos que pronto encontremos solución para que el mafaldeo esté enterito.
3 comentarios:
15 de enero de 2009, 0:04
Las Mafaldas y los Mafaldeos alimentan mi espíritu con risas, charlas, presencias. Las quiero. Y, es verdad...se sienten las ausencias y quienes no están físicamente presentes...siempre están.
15 de enero de 2009, 16:20
ya coincidirá todo, eso pasa tarde o temprano.
16 de enero de 2009, 8:47
también está la posibilidad de usar a la mafalda telépata pa comunicarnos con las que no están... sale más bara que telcel
dicen
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