La nostalgia que no debiera ser

Extraño Cádiz, tengo morriña dice la Teresa de Pinillos ex condesa de Colombia y primera punk de Andalucía. Nada extraordinario pasó, la gente ni te mira, saben que no eres de allí y desaparecerás con el invierno, o el verano según seas turista o estudiante. Me sienta bien la calma de la "tacita de plata" siempre en su sitio, la seguridad de que a la vuelta de la pequeña curva por calle Mentidero enseguida de Los Nietos de España veré la moldura de leones grises, después tendré que voltear a la izquierda porque se abre el espacio de la plaza de Mina, daré con la entrada de servicio del museo Provincial,siempre están un par de chicos contentos en bata fumando cigarrillos, al fondo la mirada topa con baldosas de mármol. Atravesaré por donde se sientan las madres jóvenes con sus carriolas, entre bocatas y cervezas a media mañana. Hay una subidita que me aprieta las corvas; por Enrique de las Marinas rápido volteo a verme en el escaparate de la freiduría Vedor, mi cabello me gusta, mi pierna enfundada en una bota avanza alargada, pienso que mañana será domingo y me despertarán las risas del equipo de amigos que juegan fútbol a la orilla del mar, bajaré saludando a Antonio el portero, él me dará el nombre del viento del día, compraré El País frente al deportivo para leerlo a la vuelta sorbiendo un cortado junto al par del basset y el caniche blanco hiperactivo; la gente dice que es natural, todos quieren vivir en su querida Cai, no saben por qué, yo sí, todo es tan deliciosamente predecible como la pulpa naranja de los erizos en el mercado de febrero a mayo, la playa en verano y la certeza de que si vuelvo estarás tú alli, esperándome en la calle Ancha donde compraremos shocos, iremos por el Falla cerca de la esquina en que nos conocimos, caminando muy juntos hasta casa de tu tía, la del patio que huele a palomas y pasaremos la tarde oyendo chirigotas, al Camarón y Sabina.

0 comentarios: