Carretera nación

1.-Pienso tanto mientras pasan por el rabillo del ojo miles de postecitos blancos, tengo ideas maravillosas para escribir un cuento, haré las memorias de Jesucristo. Será un best seller porque en realidad el Mesías no hizo un diario y yo se la razón, tengo un hijo del mismo signo: Capricornio. Son brillantes, carismáticos y en la misma medida tan inseguros proclives a no tener orden de ideas, de lo que dicen, del cuarto donde duermen. Supongo que el Belenita no tenía ese problema, siempre vagando, eso también le encantaría a Alán me ha dicho. Me siento feliz de tan magnífica idea

2.-Hay momentos como ese entre Santa Ana y la fábrica de pisos, que mi espalda se encoge de tal manera que mi costilla izquierda pellizca un pedazo de carne que me hace rechinar los dientes, después de mucha práctica he dado con que si muevo la cintura como en un baile egipcio todo se acomoda.

3.-Reviso mi bolsa para estar segura de que traigo un billete no menor de 200 pesos para seguir con mi venganza eterna a la caseta de Pitiquito.

4.-Suena el teléfono, es mi mamá, cuando cuelgo veo la imagen de mi carne abierta y sangrante sobre las rayas amarillas, repaso la escena detalladamente desde el impacto porque nada sucede como uno se imagina y a ella se le murió un hijo ya. Entonces me acuerdo del poema aquel de la Loynaz "Si muero en la carretera" que es tan cómico.

Quiero que me llegue el espíritu navideño, es hora que no me encuentra.