- No. Ninguna de nosotras practica ferviente, paciente y apasionadamente un deporte (por lo menos alguno de esos que entran dentro del sistema olímpico).
- Sí. Seguro muchas o algunas de nosotras pasamos por los deportes, por gusto o por demanda paterna (la que aquí suscribe sufrió la gimnasia, adoró la natación y era la encargada de recoger las pelotitas del tenis de tan mala alumna que era).
- No. No todas nosotras tenemos una pasión olímpica de esas que hacen que apagar la tele y salir de casa sea casi un deporte extremo.
- Sí. Todas nosotras, en la vida real, realizamos actividades que sólo pueden ser catalogadas como olímpicas: levantarse temprano, dar de desayunar-comer-cenar, llevar a los hijos a la escuela, acarrearlos con el baño o con las tareas; o bien, las que sin hijos, levantarse temprano, prepararse de desayunar-comer-cenar, hacer que la quincena alcance, lidiar con jefes medievales, sobrevivir el calor con carro sin aire/o con aire insuficiente... etc., etc., y más etcétera.
NADIE nos va a dar una medalla de oro (o de plata o de bronce) (mucho menos una monedita de oro, de plata o de bronce) (si acaso una de cobre). Y sin embargo, nos sabemos y sentimos olímpicas.
Sí señor.
2 comentarios:
20 de agosto de 2008, 13:36
Me siento taaaaaan identificada. Por eso somos almas(mafaldas)no gemelas, sino de parto múltiple por toda la tierra.
20 de agosto de 2008, 13:39
lindo, lindo, lindo y tan cierto que hasta duele!
Publicar un comentario