SUSANITA, ¿YO?

Pues sí, por más que me cueste admitirlo, por más que trate de disfrazarlo... yo, en realidad, soy una Susanita. Una vil Susanita. No quiero ya casarme y tener muchos hijitos pero si quiero ciertas convencionalidades de la vida amorosa que muy probablemente en la era posmoderna ya no tienen su lugar. Yo, claro, preferiría que hubiera más genes de Mafalda en mí o de Libertad, bueno hasta de Felipito. Pero no, me gana lo Susanita que hay en mí. Lo más Mafalda que hay en mí es el hecho de que me da risa la palabra democracia y a que tengo a muchas Mafaldas alrededor que con suerte un día me quitarán lo Susanita o me enseñaran a ser una Susanita mucho menos convencional.