15 paisanos por kilómetro

...Y todos de California, destino exacto desconocido,sólo sabemos que algún lugar grande o pequeño en este triste país de emigrados. Descubrí hoy que en la peli de "un día sin mexicanos" los mexicanos no se esfumaron, se vinieron a pasar navidad con la mamá, la abuelita y las primas. QUé afán de volver al terruño, ni explicado en tono de microhistoria por el gran Luis González y González lo entiendo, digo que lo comprendo, me lo repito y suena lógico, ¿no será esa la única verdad del mundo? me pongo a pensar mientras tengo frente a mí por 20 kilómetros continuos la caja de una pick up que dice: "DAYTONA" con letras negras sobre un fondo naranja fosforescente, que mide 10 metros de altura de su llanta a la de una bici color rosa con una pegatina de Hanna Montana que sobresale de un tambache casi saltando a la luna cuarto menguante de esta noche, a una semana de la "Buena", porque el resto de las noches del año son malas, sin el pavo y su relleno,sin los kilos de papel verde, dorado, blanco y rojo regados por el suelo, la panza a reventar y los niños sonrientes con su pantalón de pana y las niñas con sus mallas blancas corriendo alrededor de los tíos perfumados y ebrios. Después de todo espero la navidad, porque prefiero eso al tedio de los días iguales, a no tener familia (la quiero como es: tristona y aburrida) a la extinción de los ciclos de la tierra, siembra y cosecha porque mientras el mundo sea mejor, es decir, cuando la navidad sea domada, hay que ser estoicos agradecidos. Así sea, Amén

2 comentarios:

  mar adentro

5 de enero de 2010, 4:26

En el éxodo temporal de los paisanos cargados de regalos para la familia, los ojos vienen llenos de recuerdos. Todo sea por comer tamales, pozole, menudo, buñuelos, romeritos con sabor a leña y a infancia.

  Raffaella

5 de enero de 2010, 11:16

si, claro que lerda, que pavo ni que ocho cuartos, antojitos mexicanos son el material de la nostalgia.